domingo, 17 de febrero de 2013

Cuando estar presente no es solo cuestion de reconocimiento...


¡Hoy LinkedIn me ha felicitado! No soy única pero me hace ilusión. 
Parece que hay gente que visita mi perfil…




El primer pensamiento que me ha venido a la cabeza ha sido:

Deseo que todos mis contactos puedan beneficiarse de alguna forma de esto. Si a mí me ven que a ellos también. ¡¡¡Si yo participo en grupos y comento que les resulte enriquecedor!!! Esto hay que capitalizarlo.

También se me ha ocurrido hacer una broma al paso de la polémica en España: Feliz día de San Valentín... A mí también me ha llegado un sobre ;)    Pero lo cierto que es solo falta que ni por asomo pueda dañar mi imagen por mostrar algo de sentido del humor.

Volviendo a mi primera idea se ponen en marcha mis engranajes y me dispongo a sacarle provecho:

Lo primero que se me ocurre es que soy un activo en “los social media” para la empresa para la que trabajo y eso debe capitalizarse. Cuando la gente visita mi perfil fácilmente puede acceder al perfil de mi empresa e incluso aunque no lo hiciera seria lo que en marketing llamamos “un hit”.

Si otras personas de mi compañía no hacen lo mismo, es decir, dedicar su tiempo con algo de sentido común a un medio con tanta importancia como LinkedIn, insisto, ¿porque no debe valorarse especialmente mi labor? Sería fácil que alguien pudiera intentar reprocharme que pierdo el tiempo pero… El tiempo que dedico a LinkedIn sale directamente de mi tiempo libre.

Pero entramos entonces en un debate complejo. Si la empresa “paga” o “contra presta” mi aportación… ¿seré libre de seguir comentando como hasta ahora? ¿Tendré la obligación de condicionar mis participaciones más allá de lo que ahora pudieran estarlo? De hecho hay ocasiones en las que me muerdo la lengua para evitar que mi posicionamiento pueda extenderse al resto de los empleados de mi compañía.

Una posibilidad es añadir un “disclaimer” a todo lo que pueda decir o hacer que exima a todos aquellos que me rodean de responsabilidad alguna. Pero llegados a este punto me planteo si realmente vale la pena seguir invirtiendo en los medios sociales y más aún solicitar a la empresa que valore me aportación. 

Volviendo entonces a mi primera impresión, dejando de lado posibles capitalizaciones y siendo consecuente con mi espíritu
 
Estoy contenta, LinkedIn me ha dado oportunidades y me ha abierto puertas. Ahora espero que eso pueda generar tráfico a todos aquellos a los que aprecio. Es un momento de incertidumbre, donde amigos y conocidos desean encontrar un empleo... 

Mis mejores deseos para ellos: suerte, visibilidad y ánimo. 

¡Y que el sobre os aporte, de rebote, la visita que estáis esperando!


Gracias a todos aquellos que "me compartís y me apoyáis", ya veis... de un modo u otro todo vuelve...



Foto: empleo canarias




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